El conflicto armado en Colombia ha sido una guerra civil
que desde hace años no se le ha podido encontrar una solución. Durante este
periodo, la historia colombiana se ha centrado en la búsqueda de un desenlace
mediante la supresión del cultivo de drogas ilícitas por parte del gobierno
hacia principalmente las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia entre
otros. Por otra parte, hoy en día en el país se vive otra disputa; entre estos
dos grupos se ha generado una fiebre del oro impulsiva que arriesga la vida de
todo aquel que esté involucrado en esta lucha.
Día a día miles de obreros informales exponen su vida por
este precioso mineral al arriesgarse utilizando métodos irresponsables para la
recolecta del metal y utilizando sustancias tóxicas que además de generar
efectos en ellos, afecta también a toda la población. Estos inconvenientes no
son significativos para el gobierno colombiano, como anteriormente se había
mencionado, estos solamente se ocupan del beneficio que podría tener las FARC.
Debido a esto, la sociedad internacional se “ocupó” del problema y simplemente
empresas mineras internacionales como la empresa canadiense Gran Colombia Gold
compra minas informales (principalmente de Antioquia) y las convierte en toda
una industria.
Esto por su parte genera muertes silenciosas de
trabajadores, dirigentes sindicales, pequeños mineros y líderes de las regiones
que se oponen a estas decisiones; genera la explotación de montañas y regiones
fértiles, regiones sanas que después de ser tratadas para la minería, nunca
volverán a ser tierras en donde pueda existir vida. Desafortunadamente estos
problemas no son del interés del gobierno; debido a la corrupción de Colombia,
son casi ilegales las campañas en contra
de esta labor, debido a que detrás de toda una máscara, los miembros del
gobierno reciben un beneficio por esta tarea y se desfavorecerían
económicamente si esta actividad baja su nivel. Un grave ejemplo es una campaña
llamada “Razón Pública”, esta creó una propaganda que en un principio sería
presentada en la televisión colombiana; por desgracia esta mostraba todos los
efectos de la minería a cielo abierto en las personas y de alguna manera
persuadía a los televidentes de que de alguna forma luchara por su vida. Como
era de esperarse, el gobierno prohibió la emisión de esta y muy pocos son los
que están enterados de la guerra del oro en Colombia.
Este caos tendrá consecuencias muy graves en un futuro
cercano y lejano. Lo más triste y decepcionante de todo es que el país está en
una realidad de mentiras, en una realidad de engaños que arriesga nuestra
propia vida con el fin de beneficiar a otros que en un momento terminaran
siendo las víctimas.
Danna Rosental
En un principio estos grupos al margen de la ley venden narcóticos dentro y fuera del país. Lo que les ayudo a financiar la guerra con el país, de manera muy efectiva conseguían gran cantidad de dinero y luego lo invertían en empresas para así “lavar” el dinero y volverlo legal dentro de la sociedad, se dieron cuenta de que esta venta de narcóticos les estaba generando un gran riesgo debido a que es muy buscada por la policía generando así capturas de miembros de la organización terrorista.
Hoy en día la venta de droga sigue siendo bastante fuerte en el país pero, ha comenzado un nuevo periodo en el cual estos grupos armados han tomado posesión de unas zonas en donde existen minas enteras de oro y ahora están explotando de manera dañina para el medio ambiente pero aun así lo hacen ya que se dieron cuenta de que el oro es mucho mas fácil de traficar dentro y fuera del país debido a que un policía no puede detener a alguien por tener oro y de esa manera evitar las capturas de miembros de estos grupos armados. Otro punto muy importante que hay que resaltar, es que el oro también les genera una ganancia mucho mayor a la droga así que resulta mucho más beneficioso.
Este problema va más allá de esto ya que ahora están amenazando a ingenieros de metalurgia y minas para que no insistan en explotar minas en zonas mineras dominadas por los grupos armados.
En conclusión, la guerra en Colombia dio un giro, no en cuanto a los ideales sino en cuanto a que hacer para frenar el tráfico de oro hacia otros países y evitar que los grupos armados sigan financiando la guerra contra el estado.
En estos momentos el país esta
sufriendo un cambio drástico en cuanto al problema de las fuerzas armadas al
margen de la ley. Este problema que en un comienzo era cuestión de un ideal se convirtió
en una guerra por el poder, el dinero y el territorio, lo que ha hecho que en
este país se este en constante guerra por mantener el control de diferentes
zonas de interés.
En un principio estos grupos al margen de la ley venden narcóticos dentro y fuera del país. Lo que les ayudo a financiar la guerra con el país, de manera muy efectiva conseguían gran cantidad de dinero y luego lo invertían en empresas para así “lavar” el dinero y volverlo legal dentro de la sociedad, se dieron cuenta de que esta venta de narcóticos les estaba generando un gran riesgo debido a que es muy buscada por la policía generando así capturas de miembros de la organización terrorista.
Hoy en día la venta de droga sigue siendo bastante fuerte en el país pero, ha comenzado un nuevo periodo en el cual estos grupos armados han tomado posesión de unas zonas en donde existen minas enteras de oro y ahora están explotando de manera dañina para el medio ambiente pero aun así lo hacen ya que se dieron cuenta de que el oro es mucho mas fácil de traficar dentro y fuera del país debido a que un policía no puede detener a alguien por tener oro y de esa manera evitar las capturas de miembros de estos grupos armados. Otro punto muy importante que hay que resaltar, es que el oro también les genera una ganancia mucho mayor a la droga así que resulta mucho más beneficioso.
Ahora que el gobierno sabe de estas minas que se están
abriendo a lo largo y ancho de todo al país de manera ilegal, ahora ha
comenzado una nueva guerra, no contra el narcotráfico, sino contra la apertura
de minas ilegales que le hacen daño al ambiente y a la vez financian la guerra
contra el estado.
Este problema va más allá de esto ya que ahora están amenazando a ingenieros de metalurgia y minas para que no insistan en explotar minas en zonas mineras dominadas por los grupos armados.
En conclusión, la guerra en Colombia dio un giro, no en cuanto a los ideales sino en cuanto a que hacer para frenar el tráfico de oro hacia otros países y evitar que los grupos armados sigan financiando la guerra contra el estado.
Miguel Kreinter